GRUPO PARAPSICOLOGIA DE SEVILLA

BIENVENIDOS A NUESTRO RINCONCITO DEDICADO AL MISTERIO Y A NUESTRAS INVESTIGACIONES DE FENÓMENOS PARANORMALES, ESPERAMOS SEA DE VUESTRO AGRADO, Y NO PASÉIS MIEDO SOLO DISFRUTARLO.........

RELATOS DE TERROR

sábado, 10 de diciembre de 2011

MONASTERIO DEL DIABLO

Monasterio de Carmona o Monasterio del Diablo 










Cuenta la leyenda que una mañana de noviembre del año 1680, un fraile del monasterio de Carmona (Sevilla) se despertó al escuchar un extraño ruido, al no ver a los demás frailes en sus celdas pensó que ya se habían levantado y habían ido a orar. 



Foto histórica del Monasterio de Carmona conocido mas bien como el Monasterio del Diablo, foto: Juan Antonio Caballano.

Al no encontrarlos, se dirigió al lugar de donde provenía dicho ruido y descubrió que el sonido venía de un sótano que los frailes tenían bajo la cocina para guardar los embutidos.
Al bajar vio horrorizado que los frailes estaban colgados de los ganchos de los jamones y unas alimañas que los devoraban. 





Al verlo las criaturas se unieron y formaron una mucho mayor, entonces aquella criatura le dijo "te dejaré vivir para que proclames mi venida al mundo" una llamarada inundó el sótano y el fraile salió corriendo y mientras oyó que le gritaban "ve y di que Satán está aquí". Al llegar al pueblo la gente no le creyó y lo arrestaron, pero al ir a enterrar a lo frailes vieron venir al demonio entre dos columnas de fuego y salieron corriendo.
Al día siguiente, armados con cruces y biblias, los hombres del pueblo fueron hasta el convento. El diablo estaba en la torre viendo como los hombres derribaban las puertas y entraban en el lugar para subir al campanario.





Muchos desaparecieron pero la mayoría fueron lanzados desde lo alto del campanario, entonces Satán gritó "perezca todo y todos" y un terremoto destruyó el convento y a la gran mayoría de los que estaban allí.
Los supervivientes echaron sal por el lugar y la ciudad debió purgar sus pecados con dos años de misas.
Nuestro grupo G.P.S. estuvo en este lugar y desde antes de bajarnos del coche ya se respiraba un olor bastante fuerte como a azufre y en todo momento nos sentíamos vigilados, sentíamos pasos detrás nuestra pisando las plantas y cascotes que quedan esparcidos por el suelo.





             MONASTERIO DE LOS FRAILES